“Más picanazos”: el jefe narco rosarino que hacía filmar las torturas a sus soldaditos fue condenado

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Jonatan Raúl “El Gordo” Brezik (38), hermano de crianza del jefe de Los Monos Ariel Máximo “Guille” Cantero, sumó una nueva condena por narcotráfico. El recluso, que está alojado en el penal federal de Resistencia, Chaco, recibió 14 años de cárcel por liderar una banda que opera de manera violenta en el barrio Gráfico, en la zona noroeste de Rosario, donde se presume que cometió varios homicidios, balaceras, usurpaciones y extorsiones.

No obstante, se detectó en la investigación que tiene una marca registrada: la de adoctrinar a sus propias vendedoras de droga con torturas que fueron transmitidas por videollamada para que la presenciara el jefe de la estructura desde su celda.

La resolución de Brezik fue producto de un juicio abreviado que fue homologado el pasado martes por el juez de Garantías Carlos Vera Barros, quien hizo lugar al acuerdo entre los fiscales federales Franco Benetti y Santiago Alberdi del Ministerio Público Fiscal de Rosario y Matías Scilabra de la Procunar con el defensor particular del acusado.

En el fallo se unificó la pena en 24 años de prisión, ya que arrastraba otras sentencias por venta de droga que están firmes.

Jonatan Raúl “El Gordo” Brezik (38), hermano de crianza del jefe de Los Monos Ariel Máximo “Guille” Cantero

En el procedimiento abreviado hubo otro condenado más. Se trata de Martín Gonzalo Ramírez (20), que recibió 4 años de prisión. Según la acusación, a sus 18 años fue filmado mientras picaneaba y golpeaba en el rostro a una adolescente que, de acuerdo al legajo, vendía droga para la organización.

Esa tortura fue transmitida por videollamada a Brezik, quien daba órdenes a Ramírez de cómo proceder con la paliza. En tanto, una chica de 16 años que se presume que forma parte de la organización sostenía el teléfono para que el preso pudiera ver todo.

¿Cuántas veces conociste el lado bueno conmigo? Ahora conociste el lado malo. Estás obligada a trabajar a la fuerza. El día que no vayas le doy un tiro en la boca a tu pariente y le saco la casa. ¿Escuchaste?”, le dijo el preso por videollamada a la menor, que recibió descargas eléctricas en las piernas, en los brazos, en la cara y en el cuello.

Cuando fueron exhibidas las imágenes en la audiencia, el juez le llamó la atención a Ramírez, ya que se reía del video. De la joven torturada no se conocieron datos respecto de su paradero.

No fue la única vez que quedó registro de una golpiza transmitida en directo al “Gordo”. En 2020, fue filmado otro soldadito de la estructura que le dio una feroz paliza a una vendedora de droga mientras mantenía una llamada telefónica con el preso. En el video, la víctima fue obligada a poner las manos en el suelo para recibir varillazos como muestra de “enojo” ante un supuesto faltante de droga y plata.

La nueva condena de Brezik estuvo basada en la operatoria narco que llevó adelante entre febrero y diciembre de 2023 en el barrio en el que está instalado el estadio mundialista de hockey. Su banda, de acuerdo a una investigación provincial de los fiscales Alejandro Ferlazzo y Gisela Paolicelli, cometió en los últimos dos años por lo menos cuatro homicidios, usurpaciones, balaceras y extorsiones. También se investiga si tiene relación con la desaparición de tres personas.

La estructura criminal

En la causa provincial fue ubicado Brezik como el jefe. Debajo suyo fue situada Nicole Iñarra, como la encargada de retransmitir todas las directivas del preso, y Nahuel Romero, Franco Noguera, Lucas Saban y Bruno Pupo como sus sicarios.

Romero, Noguera, Pupo y Saban fueron los encargados de captar soldaditos y dealers, de acuerdo a la investigación. Generalmente, buscaban sumar como miembros a jóvenes que tenían algún tipo de situación de vulnerabilidad, como problemas de consumo de droga o un delicado pasar económico.

También en el legajo provincial se detectó que algunos integrantes de la organización fueron atacados de una forma muy violenta cuando robaban droga o contraían una deuda con Brezik. Paolicelli y Ferlazzo ponderaron que eran baleados o torturados con picanas y alicates, y que dicha situación era mostrada por videollamada.

En algunos casos, las agresiones terminaron en homicidios. Un caso fue el de Susana Mena, de 27 años, que solía encargarse de hacer tareas de limpieza para la estructura narco. El 19 de octubre de 2023 fue pateada en el rostro y también baleada, aunque no hizo denuncia alguna. El 11 de enero del año pasado fue encontrado su cuerpo en una casa de Magaldi al 8800.

El presunto sicario Nahuel Romero fue imputado de haber matado a Mena, a quien le dio golpes, luego la ató, la introdujo en una bolsa y posteriormente la ahorcó con un cable.

Lucas Saban, otro de los supuestos sicarios, fue acusado por el asesinato de Luciano Alejandro González. Las características del caso muestran que fue sometido a una serie de tormentos antes de ser asesinado. El cadáver fue hallado el 2 de septiembre de 2023. Estaba incinerado, atado de pies y manos y enterrado en una bolsa blanca –como las que se utilizan para materiales de la construcción–.

Por su parte, Brezik también fue condenado por la Justicia provincial a la pena de 22 años de prisión –que no está firme– por haber organizado el crimen de Rodrigo Carlos Sánchez, la mano derecha del condenado narcotraficante Esteban Lindor Alvarado, casualmente, rival de Los Monos.

Sánchez fue acribillado a tiros en el mediodía del 19 de marzo de 2020 mientras se desplazaba en su Hilux por Wilde y San Lorenzo, en la zona noroeste. De acuerdo a la teoría del Ministerio Público de la Acusación, se trató de la venganza de Los Monos a una balacera ocurrida seis días antes en Roldán, donde resultó herida Mariana Ortigala, quien en ese momento era la “testigo estrella” de la Justicia provincial en la causa contra Esteban Alvarado.

Casualmente, Ortigala actualmente está presa, entre otras causas, por haber realizado extorsiones a pedido de “Guille” Cantero. Sin embargo, nunca fue considerada por la Fiscalía como una integrante de Los Monos.

El asesinato de Sánchez no habría sido el único ataque que gestionó Brezik por pedido de Los Monos. Un informe de inteligencia de la Policía Federal que data de hace 7 años lo ubicó como uno de los encargados de planificar el asesinato en prisión de Luis Paz, enemigo de “Guille” Cantero que ya fue condenado por narcotráfico y lavado.

De acuerdo a ese plan, desde Resistencia, “El Gordo” ofrecía un millón de pesos y una casa a un compañero de pabellón de Paz de la cárcel de Coronda para que le arroje una granada en su celda para matarlo. Dicha información surgió de conversaciones telefónicas detectadas por la Justicia.

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