Atento River Plate: una figura del Inter quedó varada en Irán por el conflicto con Israel antes del inicio del Mundial de Clubes

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Mehdi Taremi quedó varado en la antesala al Mundial de Clubes (REUTERS/Albert Gea)

El Inter de Milán llegó a Los Ángeles para disputar el Mundial de Clubes con una ausencia de peso en su plantel: el delantero iraní Mehdi Taremi quedó varado en Teherán y no podrá sumarse a la concentración, al menos por ahora. La crisis bélica entre Irán e Israel obligó al cierre del espacio aéreo iraní, impidiendo que Taremi pudiera volar directamente a California tras su convocatoria con la selección nacional.

El delantero, quien formó parte de la expedición iraní en los recientes partidos de eliminatorias ante Qatar y Corea del Norte, se presentó en el aeropuerto de Teherán con la intención de tomar un vuelo a Estados Unidos tan pronto terminó la concentración. Sin embargo, tras el recrudecimiento de los ataques en la región, el gobierno iraní decidió suspender todas las operaciones aéreas por motivos de seguridad, dejando a miles de ciudadanos —entre ellos Taremi— imposibilitados de abandonar el país.

La situación genera preocupación no solo por la seguridad de los afectados, sino también por el impacto en el armado de la plantilla del Inter. El club italiano, que debutará el martes 17 de junio ante Monterrey en el estadio Rose Bowl de Los Ángeles, mantiene un contacto permanente con Taremi, tratando de hallar alguna alternativa que le permita salir de Irán. Entre las opciones que se barajan está la posibilidad de que el jugador viaje por vía terrestre a un país vecino y, desde allí, tome otro vuelo rumbo a Estados Unidos. Sin embargo, las perspectivas no son alentadoras mientras continúe la escalada del conflicto armado y permanezca cerrado el espacio aéreo iraní.

El entrenador rumano Cristian Chivu cuenta únicamente con los delanteros Marcus Thuram y Lautaro Martínez como opciones titulares en la ofensiva, ambos recién llegados a territorio estadounidense luego de representar a sus selecciones. El resto de alternativas en ataque quedan muy condicionadas por las lesiones. El joven italiano Francesco Pio Esposito todavía no se ha recuperado completamente de unas molestias en la rodilla que lo marginaron del Europeo sub-21 y probablemente no estará disponible hasta la tercera fecha del torneo. El argentino Valentín Carboni, por su parte, acumula ocho meses fuera de las canchas tras someterse a una cirugía por la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda.

A estas bajas se suman la ausencia definitiva del austríaco Marko Arnautovic, quien ya no tiene contrato con el club, y la transferencia del argentino Joaquín Correa al Botafogo de Brasil. La plantilla se ve así notablemente reducida, lo que otorga aún mayor relevancia a la ausencia de Taremi en un torneo internacional que exige rotaciones y profundidad.

Mehdi Taremi, de 32 años, fue una de las incorporaciones más resonantes del Inter en el comienzo de la temporada, tras arribar desde el Porto, donde vivió el mejor tramo de su carrera en Europa. En Portugal, defendiendo la camiseta de los Dragones, sumó 91 goles y 56 asistencias en 182 partidos, además de conseguir cinco títulos. Esta trayectoria lo consolidó como uno de los delanteros más letales del continente y su llegada a la Serie A despertó grandes expectativas.

Durante su primer año en el fútbol italiano, Taremi participó en 43 encuentros oficiales, anotando tres goles y brindando siete asistencias. Pese a no consolidarse como titular indiscutido por la fuerte competencia en ataque, el iraní se transformó rápidamente en una pieza valiosa de recambio para el equipo, participando en casi todos los compromisos, incluido el exigente calendario europeo. De hecho, solo se ausentó en la final de Champions, lo que grafica su importancia en la consideración tanto del extécnico Simone Inzaghi como ahora de Chivu.

El impacto de la ausencia de Taremi trasciende lo deportivo. El delantero representa un símbolo para el fútbol iraní: desde que debutó con la selección absoluta en 2015 de la mano de Carlos Queiroz, marcó 53 goles en 93 partidos internacionales y jugó dos mundiales (Rusia 2018 y Qatar 2022). Su figura es sinónimo de éxito para un país que, en medio de la convulsión política y militar, encuentra en el fútbol una de sus principales fuentes de orgullo internacional.

Taremi construyó su recorrido desde las canteras de Iranjavan FC, sumando pasos por Shahin Bushehr y Persépolis antes de dar el salto a Europa. Su irrupción en el Viejo Continente se produjo en el modesto Río Ave, donde marcó 21 goles en 37 partidos, rendimiento que lo catapultó de inmediato al Porto. Allí asombró con su capacidad de gol y su sacrificio, cualidades que también supo aportar en sus actuaciones con la camiseta de la selección nacional.

A la espera de una definición sobre su situación, Taremi permanece en Teherán aguardando novedades que —por ahora— dependen del desarrollo del conflicto y de la eventual reapertura del espacio aéreo. Mientras tanto, el Inter deberá afrontar el debut frente a Monterrey y la continuidad del Grupo E ante River Plate sin uno de sus nombres más experimentados y versátiles de la plantilla, en un golpe inesperado al proyecto deportivo del vigente campeón italiano.