
La figura de Mauricio Macri volvió a quedar en el centro del debate político tras su reunión con Javier Milei y las reflexiones posteriores que realizó al hablar de una falta de entendimiento, que incluyó críticas del ex mandatario a la designación de Manuel Adorni como jefe de Gabinete.
En ese marco, el consultor ecuatoriano Jaime Durán Barba, que trabajó durante años con Macri y fue un estratega clave en la llegada del espacio amarillo al poder, consideró que ex jefe de Estado no ha logrado asumir plenamente su condición de expresidente y, lejos de aportar estabilidad, ha entorpecido la gestión de Milei con sus críticas públicas.
“Macri condujo las cosas de una manera equivocada… desde que logró el gran triunfo del 2017 tuvo un ataque de Hubris (la arrogancia que nubla el juicio tras el éxito) que lo llevó a disolver sus equipos técnicos y actuar por instinto; desde entonces le ha ido cada vez peor”, resumió con crudeza Durán Barba en declaraciones a Radio Rivadavia.
Esa primera frase fue apenas una introducción de una sentencia todavía más severa: «Mauricio (Macri) no ha comprendido que él es ex presidente. Yo creo que fue imprudente haber criticado a Milei por el nombramiento de Adorni. El presidente es Milei“.
Los impulsos de la sociedad y la era del meme
El fenómeno Milei –emergente, disruptivo– es inseparable, según Durán Barba, de los cambios sociales profundos. Para el consultor ecuatoriano, las reglas han cambiado: el humor irónico y los formatos virales han desplazado a la argumentación tradicional. “Está comprobado que en todos lados un buen meme mueve más que un buen editorial, mueve más votos”.
En ese contexto, “la gente está votando por aquel que menos se parece a los políticos tradicionales”, líderes que, como Milei, “llegan intempestivamente desde fuera de la política, sin ninguna experiencia y representan las pulsiones de una mayoría de nuestras sociedades que tampoco está interesada en la política, que detesta las instituciones”.
Sin embargo, para Durán Barba esto es un problema porque no alcanza luego para gobernar: “Después de tener el apoyo popular, que con estos métodos podría seguirse teniendo durante el gobierno, está la política. Hay que hacer mayoría en el Congreso, hay que dialogar. Este tipo de dirigentes normalmente es muy autoritario, cree tener la verdad”.
El comportamiento excede a la Argentina y apunta a un fenómeno regional y global, que incluye -según Durán Barba- el declive de los partidos tradicionales y el desgaste de liderazgos históricos como el del Partido Justicialista. “En todos los países hay una caducidad de determinados dirigentes. Yo no creo que el peronismo tenga ninguna posibilidad de resucitar mientras Cristina Kirchner sea una de sus dirigentes… Llega un momento en el que algunos líderes ya no están vigentes y si Milei fracasara, lo que vendrá es algo más disruptivo y más loco que Milei”.
Una era de cambios volátiles
El diagnóstico del estratega ecuatoriano va más allá de nombres y coyunturas. “La democracia representativa tiene un problema central. Lo hemos estudiado en todos lados, también en Estados Unidos. La gente de la sociedad de internet no quiere ser representada.” En concreto, el analista enfatiza en el ocaso de los partidos, la debilidad de los sindicatos y el auge de figuras disruptivas como pruebas de una era donde la identidad política fluye, los símbolos caducan rápido y el voto se decide –a veces– al ritmo de un meme viral.
El futuro, advierte Durán Barba, será para aquellos que sepan captar el pulso cambiante sin perder de vista la complejidad de la gestión y el arte de “mecerse con el viento”.



















