
El hijo de la mujer de 62 años, asesinada a puñaladas en la localidad cordobesa de Villa María a comienzos del mes de octubre, fue declarado inimputable y trasladado a un hospital de salud mental luego de que las pericias determinaran que, al momento del hecho no comprendía la criminalidad de sus actos ni podía dirigir sus acciones.
Según indicó la Fiscalía de Instrucción del Tercer turno, a cargo de René Bosio, el agresor, identificado como C. D. G., de 38 años, convivía con la víctima y estaba bajo tratamiento por esquizofrenia.
De acuerdo con el Ministerio Público Fiscal provincial, la pericia interdisciplinaria estableció que el hombre “reúne criterios de internación” tras comprobar la presencia de factores psicopatológicos y el riesgo grave que representaba tanto para sí mismo como para terceros. En este sentido, la jueza de Control resolvió su internación en el hospital psiquiátrico Emilio Vidal Abal de la localidad de Oliva, ordenando que el equipo médico remita informes semanales sobre la evolución del paciente.
Las autoridades judiciales supervisarán la evolución de C. D. G., quien permanecerá bajo custodia sanitaria mientras se resguarda la seguridad pública y se aseguran las garantías legales correspondientes al proceso, según especificó el medio local El Doce.
La investigación policial comenzó el 10 de octubre, con un llamado de alerta, que advertía sobre una situación irregular en la propiedad ubicada sobre la calle Periodistas Argentinos al 400, en el barrio Lamadrid. De esta manera, la Policía acudió al domicilio y halló el cuerpo de Mónica Viviana Salguero tendido en el suelo, sin signos vitales.
Según la autopsia realizada por el médico forense de la Policía Judicial, la víctima presentaba un total de 34 heridas punzocortantes, de alrededor de cuatro centímetros de profundidad, distribuidas en distintas partes del cuerpo. Dos de las lesiones más graves resultaron penetrantes en tórax y pulmón; una de ellas alcanzó el corazón de la víctima, provocando un hematoma torácico extenso y un shock hipovolémico.
En la escena, los efectivos secuestraron el arma homicida, un cuchillo tipo tramontina con rastros de sangre, así como otro cuchillo presuntamente utilizado por la víctima en un intento de defenderse. La investigación permitió atribuir rápidamente la autoría del crimen al hijo de Salguero, quien permanecía en la residencia al momento de la llegada de la Policía.
Los peritajes forenses y psiquiátricos concluyeron que el agresor se encontraba bajo un cuadro de esquizofrenia activo y no comprendía la naturaleza ilícita de sus actos al cometer el asesinato de su madre.
El caso, que conmocionó a toda la ciudad, había quedado caratulado como homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género, aunque debido al resultado de las pericias, el sujeto de 38 años no podrá afrontar un proceso penal y permanecerá internado bajo control médico.

Hace unos meses, un hombre con un diagnóstico igual fue internado en el pabellón psiquiátrico del Hospital Paroissien tras ser detenido como presunto autor del homicidio de su madre, Nélida Noemí, de 54 años, en la localidad bonaerense de Rafael Castillo. La medida fue dispuesta por el fiscal Claudio Fornaro, responsable de la Unidad Funcional de Instrucción de Homicidios de La Matanza.
El hecho se descubrió cuando C. N., beneficiario de una pensión y diagnosticado con esquizofrenia, se presentó ante un móvil de la Comisaría 1° de Rafael Castillo sobre la Ruta 3. A pesar de su condición de sordomudo, el hombre mostró a los policías una imagen en su teléfono celular que exponía la cabeza decapitada de una mujer. Ante la situación, los efectivos se dirigieron a una vivienda sobre la calle Beethoven, donde hallaron el cuerpo de Noemí tendido en el suelo, con la cabeza parcialmente separada y todavía unida por el maxilar inferior. Junto a la puerta principal se encontraba un hacha de mango largo manchada con sangre, atribuida como el arma utilizada en el ataque.
Según el informe preliminar de autopsia, la víctima fue decapitada mediante múltiples golpes descendentes con el hacha. Los peritos contabilizaron al menos 50 hachazos, algunos de los cuales alcanzaron el piso, fracturando las baldosas de cerámica. El análisis forense sostuvo que, antes de la decapitación, el agresor habría dejado inconsciente a su madre a golpes y posteriormente la estranguló, lo que explicaría la escasa cantidad de sangre hallada en el lugar.



















