Exclusivo, habla Marcela Acuña desde la cárcel: “Le pido disculpas a la mamá de Cecilia Strzyzowski”

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Resistencia, Chaco (enviada especial). Llueve otra vez en Resistencia. Es sábado 1° de noviembre y ayer comenzó, oficialmente, el juicio por jurados que deberá decidir si los siete imputados por el femicidio de Cecilia Strzyzowski —entre ellos César, Emerenciano Sena y Marcela Acuña— son culpables o no. Aunque los tres dieron su versión en otras etapas del proceso, todavía se desconoce si van a declarar en el debate.

Antes de ser detenida, el 9 de junio de 2023, Marcela Acuña habló con los medios en varias ocasiones. Ya en prisión, difundió cartas a través de sus abogados y familiares, en las que expuso su versión de los hechos y denunció arbitrariedades en el proceso judicial. En uno de esos manuscritos intentó desvincularse del crimen y sugirió que la responsabilidad recaía en su hijo, César. “¿Será que el ser padres nos señala como criminales?”, escribió.

Hasta ahora le conocíamos la letra; hoy, después de mucho tiempo, volveremos a escuchar su voz. “Más allá de todo lo que digan o dejen de decir, yo no he cometido ningún delito y creo que mi familia tampoco. Como mamá, me siento muy triste”, dice Acuña a Infobae.

Desde su lugar de detención, Marcela Acuña realizó varias huelgas de hambre. También dio a conocer su opinión a través de manuscritos

La mujer de 53 años —que en 2023 se postuló como candidata a la intendencia de Resistencia— lleva 2 años y 4 meses y 21 días alojada en la Alcaidía de Mujeres del barrio Don Santiago. Si los tiempos judiciales se cumplen, el próximo 20 de noviembre, un veredicto popular que definirá su futuro y el de su familia.

La comunicación se da en el marco de las llamadas que los detenidos tienen habilitadas: será una conversación en tiempo de descuento. Solo contamos con diez minutos. Según pudo saber este medio, las reclusas pueden acceder a un teléfono entre cinco y diez minutos, dos veces por semana, para comunicarse con sus familias. Los aparatos son provistos por el Servicio Penitenciario provincial desde que en 2024 se retiraron los celulares personales. Será su hija quien haga de puente entre la Alcaidía e Infobae.

Durante la llamada, Acuña se refirió a Cecilia Strzyzowski como “esa chica”. Según dijo, “apenas la conocía” y siempre le llamó la atención que fuera “más grande” que su hijo. Como mujer que perdió un hijo (NdR.: tuvo un bebé llamado Eneas y que falleció un día después de nacer en el 2002) sostiene, entiende el dolor de Gloria Romero: “Diga lo que diga la mamá de Cecilia, es una mamá, y yo, como madre, le pido disculpas por el dolor que pueda llegar a tener ella y lo mismo a su abuelita. Por más que se enoje o me prejuzgue, porque no me conoce ni yo la conozco, es una señora que parió como yo”.

Marcela adentro de la sala de audiencias (Foto/Edgardo Aguirre)

“Quería decirle que entiendo su dolor. No me interesa lo que ella piense de mí o de mi familia, porque sé que no es así, pero sí sé que el dolor de una madre puede manifestarse de diferentes maneras. Le pido disculpas si en algún momento, sin conocernos, ella focalizó en mí su enojo o su odio. Yo no soy así”, continúa Acuña.

Quiero que sepan que, aun de este lado, aunque ella esté mal, yo la abrazo desde donde estoy. Y no digo esto para influir en nadie, porque no me interesa, pero sí para que la gente sepa que, estemos del lado que estemos —del de la supuesta víctima o del de los posibles victimarios—, siento mucho dolor por todo esto que está pasando”, concluye.

Gloria se presentó a declarar durante la primera jornada del juicio por jurados. Lo hizo en compañía de su hija menor, Ángela (Foto/Edgardo Aguirre)

—¿Te arrepentís de lo que hiciste ese día?

—No quiero hablar mucho de la causa. Lo que sí puedo decir es que ese día no estaba segura de nada. Relacioné un hecho con otro, pero no estaba segura de nada. Y eso creo que me generó una inseguridad que me dejó como en shock. Lo más doloroso de esto es que ni siquiera a mi compañero de vida, que es Emerenciano, le dije nada. Imaginate cuando le colocaron las esposas: fue terrible. O sea, si yo hubiese estado segura, seguramente hubiese actuado de otra manera. Y ese es el problema que por ahí se suscita en mi cabeza. Tenía que estar segura y, como no lo estuve, anulé en mi inconsciente y no lo dije. Después caí presa. Y dejé de ver a César: nos separaron durante casi un año y medio. Recién ahora me permitieron revincularme, pero no tuve oportunidad de hablarlo con mi hijo.

—Entonces, ¿nunca le preguntaste qué pasó ese 2 de junio de 2023 en la casa de Santa María de Oro 1400?

—(César) está medicado. Él tiene un problema de psicosis muy fuerte. Se autolesionó un montón de veces. Él no está bien y yo trato de evitar hablar de esto. Pero sí hay cuestiones que voy a decir. Yo voy a declarar en este juicio y estoy tratando de que él también lo haga. Por ahí, con la virulencia, la agresividad y la violencia que sentí por parte de la Fiscalía, me parece que no. Yo acepto que la mamá (de Cecilia) sea violenta, que diga cosas incoherentes y que invente. Pero lo que no acepto es que alguien haga un alegato de esas características. Me sentí violentada con el alegato del fiscal (Martín Bogado) porque es mentira lo que dijo y además lo dijo a las personas que… A uno lo conocen por las obras y saben lo que es Marcela acá. Jamás tuve ni una pizca de odio con nadie y menos con alguien que no conocía. Porque yo no la conocía a la chica, en el sentido de haber compartido cosas con ella. Una o dos veces la vi y nada más, entonces ¿cómo uno puede odiar a alguien que no conoce?

Cecilia, César Sena y Marcela Acuña

—¿No tenías vínculo con ella? ¿No hablaban?

—Sí, a ver… Tomamos un par de mates, qué sé yo… Creo que fuimos a la recepción de mi hijo, pero nada más. Hoy, un adolescente de 17 o 18 años, está con una chica, mañana con un chico, porque también existen las relaciones de chicos con chicos. Entonces, para mí (Cecilia) era como una más entre muchas otras chicas. Sí, me llamaba la atención que era más grande. Y el tema del casamiento, cuando se casó, fue lo mismo. Le dije: “Pero, ¿por qué? Si ni le conocés a la chica”. Y se separaron. Fue una cuestión de ellos. Igual siguieron juntos. El matrimonio es una institución de la burguesía, así que da lo mismo un papel que otro. Esa es mi manera de pensar… Hay mensajes y testigos que van a mostrar que yo no tenía ningún problema.

—¿Y el viaje a Ushuaia?

—No lo sé eso, pero creo que ella también mentía mucho. Mentían los dos para mostrar algo que por ahí no eran. Era una relación rara. Yo se lo dije un par de veces. De hecho, los vi un par de días antes porque les mandé un veterinario por una perrita que tenían y había algo que no andaba funcionando. No sé qué pasó con mi hijo. Tampoco sé por qué iba a un psiquiatra ni por qué estaban en tratamiento psiquiátrico los dos. Hay cosas que con Emerenciano nos estamos enterando en las audiencias probatorias del juicio.

Cecilia, junto a los Sena, en el cumpleaños de Emerenciano

—¿Vos pensás que tu hijo es un asesino?

—No. Yo sí creo que ocurrió algo y no sé qué. Eso sí, lo puedo decir. La vida del militante no es la vida que tiene una persona burguesa. Yo tenía que andar todos los días en los barrios. Creo que por ahí eso también hizo que yo lo descuide mucho (a César). Él tenía que estudiar y recibirse. Se recibió de maestro mayor de obras en un colegio industrial, que es un colegio técnico bastante pesado, a los 17 años. Sabe tres idiomas. Tiene mucha formación. Viajó a Roma, a Cuba… Es un chico que parece más grande cuando habla. Ahora, eso no significa que yo diga que él es inocente.

Lo que digo es que yo pensé que no iba a haber problema porque él no fuma, no toma alcohol. Por eso me río cuando inventan otras cosas. No entiendo qué pasó en él. Creo que había algo que no funcionó en ese tiempo que estuvo con ella, pero no sé qué es. Más allá de la condena, tengo mucho miedo por su salud mental. Sé que si me voy, mi hijo se me mata. (NdR.: alguien la llama por su nombre y Marcela avisa que debe cortar la comunicación porque se le terminaron los minutos). Mi deseo es que esto se solucione con la verdad, porque todos queremos la verdad por Cecilia, por nosotros, por César, por todos.

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