En un clima de tensión que sigue en aumento, el Ministerio de Salud manifestó un fuerte rechazo al paro impulsado por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), el cual comenzará a partir de la medianoche. La medida de fuerza fue calificada por la cartera sanitaria como una acción que transforma a los hospitales nacionales en “campos de batalla gremial”.
En un comunicado contundente, la cartera sanitaria expresó su repudio hacia el accionar del gremio, que se resiste a acatar la conciliación obligatoria ordenada por la Secretaría de Trabajo de la Nación. Según el comunicado, tal acto constituye una “extorsión política disfrazada de reclamo”, perjudicando el derecho a la salud de millones de argentinos.
La negativa del gremio a cumplir con las normativas de negociación vigentes ha sido calificada de “grave y deliberada”, afectando directamente la atención hacia los pacientes en hospitales públicos esenciales.
“El derecho a la salud de los argentinos no puede ser rehén de intereses políticos y gremiales. Negarse a asistir a los pacientes y desoír las instancias legales de negociación atenta contra toda norma ética, sanitaria y jurídica. Esto no es una medida gremial: es una extorsión política disfrazada de reclamo”, señalaron.
Desde el Ministerio, se ha insistido en que el gobierno avanza en un proceso de “ordenamiento, eficiencia y recuperación” en todos los hospitales nacionales. Se destacó que cada recurso recuperado del malgasto y de los privilegios previos se ha destinado al personal de salud, al equipamiento y al cuidado de los pacientes.
En este sentido, la posición del gobierno es firme: el funcionamiento de los hospitales nacionales no debe ser interrumpido por intereses gremiales, sino que debe centrarse en la atención y compromiso con los ciudadanos.
Fracaso en las negociaciones y escalada del conflicto con ATE
Mientras tanto, en el ámbito gremial, ATE ha tomado una postura desafiante frente a las autoridades nacionales. La organización criticó duramente la reciente reunión mantenida en la Secretaría de Trabajo, calificándola de “fracaso estrepitoso”. Según el gremio, tal encuentro contó solamente con la presencia de “funcionarios de segunda categoría”, quienes carecerían de poder de decisión, lo que lleva al gremio a escalar sus medidas de protesta.
El secretario general del gremio, Rodolfo Aguiar, en declaraciones públicas, afirmó que el Gobierno no muestra interés alguno en resolver el conflicto, el cual afecta principalmente al destacado Hospital Garrahan. Ante la falta de propuestas concretas en la reunión, el gremio decidió fijar un “paro nacional en todo el sector de salud” desde el primer minuto del día jueves.
Por su parte, en redes sociales, Aguiar profundizó sus críticas y denunció que el Gobierno busca convertir la salud en un negocio, asegurando que no se permitirá que el acceso a la atención médica dependa de la capacidad económica de las personas.
El contexto del conflicto se enmarca en una serie de demandas no atendidas por parte de las autoridades, entre las que destaca el aumento salarial del 100%, una reparación salarial que buscan según ATE, para los trabajadores del sector que se ha visto afectado por la inflación.
Norma Lezana, secretaria general de la Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT) del Garrahan, alertó sobre las presiones que enfrentan los residentes con amenazas de despidos si persisten en sus demandas. Exigen condiciones laborales y salariales justas para todos los empleados, desde el personal de planta hasta los contratados.
La Asamblea de Médicos Residentes decidió levantar la medida de fuerza y retomarán sus actividades, según confirmaron fuentes del Ministerio de Salud a este medio.
En un comunicado que publicaron un comunicado explicando las razones que los llevaron a levantar la medida de fuerza. “Nos vimos obligados a cesar la medida de paro laboral indefinido, con la reincorporación inmediata a nuestros puestos de trabajo”, señalaron.