Escándalo en el juicio de Maradona: investigan vínculos entre una jueza y una productora por un documental

0
3

La jueza Julieta Makintach (a la derecha del juez) quedó en la mira. Foto: Maximiliano Luna

El juicio que investiga la muerte de Diego Maradona vivió en las últimas horas su mayor escándalo desde su inicio. Aunque, quedarse solo en este debate oral, quizás es poco: el dislate, de comprobarse, podría quedar inscripto en la historia negra de la justicia de la Provincia de Buenos Aires.

Todo se centra en una denuncia penal, a partir de la que se investiga si la jueza Julieta Makintach -integrante a TOC N.º 3 de San Isidro- autorizó a dos o más personas a que realicen un documental para una productora. La sospecha, que debe investigarse, es si se trata de la productora de la cual es gerente su hermano, Juan Makintach.

A raíz de esta notable presunta irregularidad, los abogados Fernando Burlando, que representa a Dalma y Gianinna, y Mario Baudry, abogado de Dieguito Fernando, elevaron el tema para esclarecer qué fue lo sucedido. En esa causa iniciada ayer, ya declaró la efectivo policial que está en la puerta del tribunal, es decir, quien se encarga de hacer pasar a periodistas, público y protagonistas. Su testimonio fue clave.

Antes de conocer los detalles de la denuncia y el testimonio de la oficial, conviene repasar minuciosamente los hechos sucedidos este jueves, en la que se transformó en la audiencia más controvertida desde el inicio.

El tribunal oral que juzga a los imputados por la muerte de Diego Maradona está conformado por tres jueces. Maximiliano Savarino, que es quien dirige el debate, y las vocales Verónica Di Tomasso y Julieta Makintach. La dirección del debate es fundamental y tiene un papel preponderante porque es, entre otras cosas, la persona que dirige los interrogatorios, analiza pruebas presentadas y demás. En este caso quien llevó ese rol desde el inicio fue el juez Savarino.

Fernando Burlando fue uno de los abogados que elevó el hecho a la Justicia

Cabe aclarar, antes de continuar con lo que sucedió en la jornada de ayer, que la jueza Makintach no integra naturalmente este tribunal, sino que fue puesta, sin sorteo, para completar los tres magistrados necesarios. Nunca quedó del todo claro como fue la elección.

Este jueves, cuando fiscales, abogados, imputados, periodistas y público en general entraron a la sala, notaron algo distinto, algo, cuanto menos, extraño. El juez Savarino paso de dirigir el tribunal a ser vocal y la jueza Makintach tomó el rol de jueza coordinadora del debate. La única explicación fue que se trató de “una cuestión administrativa”.

“Nunca en mis 30 años de carrera vi que, en el medio de un juicio, quien dirige el tribunal se corra a vocal sin ninguna razón que lo fundamente. No existe. No está previsto en el código procesal. No se entiende por qué lo hicieron”, dijo uno de los integrantes del debate en contacto con la prensa.

Ante esta situación, la mayoría de los letrados alzaron sus manos para quejarse de la maniobra. El primero fue Burlando, que solicitó un cuarto intermedio para analizar la situación. Pero también fue sumamente enérgico Julio Rivas, abogado de Leopoldo Luque.

El doctor Rivas, acompañado por Vadim Mischanchuk, abogado de Cosachov, pidieron la recusación de la jueza por esa maniobra tan peculiar.

Mario Baudry, abogado de Dieguito Fernando, presentó la denuncia junto a Burlando

Pero, además, fundamentaron su pedido en otra cuestión: en dos misteriosas personas que estuvieron desde la primera audiencia en el debate oral, presuntamente, grabando muchas de las jornadas.

El doctor Rivas, expuso que, en muchas de las audiencias más importantes del juicio, hubo dos o más personas que estuvieron grabando el juicio. Vale recordar en este punto, que está terminantemente prohibido para cualquier periodista o medio de comunicación tomar imágenes de lo que pasa adentro.

Entonces, ¿por qué estás personas si pudieron grabar? ¿Quién los autorizó? ¿Para quién trabajan? Estas preguntas empezaron a tener una respuesta pocos minutos después y podría conllevar un escándalo judicial sin precedentes.

La sospecha de los abogados y de los fiscales, es que las personas que estaban grabando lo hacían para un documental. Como está prohibido grabar adentro de la sala de audiencias, esas imágenes exclusivas podrían valer millones en el futuro. No es la única sospecha. También se solicitó investigar si esas misteriosas personas, un hombre y una mujer, tienen alguna relación con la productora, cuyo director general ejecutivo es Juan Makintach, hermano de Julieta, la jueza.

Esto fue expuesto en ese mismo momento en el debate oral. La jueza Makintach, aún como sorpresiva coordinadora del debate, aseguro que su hermano “nada tiene que ver con el juicio y que nunca le preguntó sobre el caso”.

El testimonio que puso a la jueza en el centro de la escena

Para los letrados querellantes Burlando y Baudry, esas explicaciones no fueron suficientes y decidieron presentar una denuncia penal para que se investigue quiénes son esas personas y por qué fueron autorizadas con exclusividad.

Aunque parezca obvio, no es en vano aclarar que nunca la justicia puede darle la exclusividad de grabar un juicio a un canal o una productora en particular, porque levantaría un sinfín de sospechas. Las mismas que se despertaron ante esta situación.

En el marco de la denuncia penal realizada, el ministerio público fiscal ya inició las primeras actuaciones. Una de las medidas iniciales fue la de citar a la efectivo policial que está en la puerta del tribunal para que declare de manera testimonial.

Según pudo reconstruir Infobae de, al menos, tres fuentes con acceso a ambas causas, la efectivo policial aseguró que en la primera audiencia, al consultarle a estas personas quienes eran, ellos aseguraron estar autorizados por la jueza Makintach.

Julio Rivas, abogado de Leopoldo Luque, fue el letrado que llevó al debate su inquietud por el presunto documental

No contenta con esto, la agente se acercó a consultarle a su colega policía que suele trabajar más cerca de los jueces para certificar esta situación y, según sus dichos, habría recibido la misma respuesta: están autorizados por la jueza.

Inclusive, en la única audiencia que fue transmitida de manera pública, se puede observar a un hombre y una mujer que están grabando la audiencia con una cámara profesional, del estilo réflex. En determinado momento se acerca una policía a llamarles la atención, pero ellos, con unas simples palabras, lograron sortear el interrogatorio policial y seguir grabando.

Cualquiera que haya estado en alguna de las audiencias del debate, puede dar fe de que a cualquiera que detectan grabando, le bajan el celular inmediatamente.

Una vez conocido el escándalo, que obligó a retrasar el juicio durante varias horas, algunos de los protagonistas del debate oral recordaron interrogatorios desmedidos, fuera del objeto procesal, por parte de Makintach que, ahora, levantan sospecha.

Finalmente, la jornada de ayer jueves terminó con el rechazo a la recusación de la jueza Makintach por parte del mismo tribunal, pero con la magistrada volviendo a su lugar de vocal. Una situación insólita y nunca vista.

En los próximos días, seguramente, se conocerán más detalles de la causa derivada de la denuncia penal. Las implicancias de ese expediente podrían repercutir fuertemente en el juicio por la muerte de Maradona.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí