Condenaron a dos miembros de Los Monos por extorsionar a un empresario del juego en Rosario

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Los hechos sucedieron entre 2021 y 2023 (Agencias El Califa)

Dos personas vinculadas a la banda de Los Monos recibieron condenas en juicios abreviados, luego de haber sido encontrado culpables de participar en una serie de extorsiones que tuvieron como víctima a un empresario del sector del juego en Rosario entre 2021 y 2023.

Las penas fueron confirmadas este jueves por la jueza Silvia Castelli, luego de que ambos acusados aceptaran los cargos formulados por el fiscal Federico Rébola. De esta manera, Daiana Micaela “La Diabla” Leguizamón fue sentenciada a cumplir una pena de tres años y medio de prisión por actuar como enlace en las comunicaciones del líder Ariel “Guille” Cantero desde la cárcel federal de Marcos Paz.

En el caso de Brian Ezequiel Díaz, aceptó ser condenado como coautor de extorsiones en grado de tentativa, por lo que recibió una pena de cuatro años, que unificó en un total de nueve años y cuatro meses. Actualmente, se encuentra detenido en el penal de Piñero, en donde purga otra condena de 29 años por el homicidio de un apostador en el Casino City Center.

Según la reconstrucción realizada por la Fiscalía, Cantero había planificado una serie de extorsiones en contra del dueño de la casa de lotería “El Califa”, con el objetivo de extraerle 1,5 millones de dólares a cambio de ofrecerle una supuesta protección. Asimismo, plantearon que el jefe narco habría utilizado uno de los teléfonos fijos de la cárcel para poder comunicarse.

El detenido había sido trasladado para notificarse de su situación penal

De acuerdo con la información publicada por Rosario 3, las extorsiones iniciaron en marzo de 2021, cuando Mariana Ortigala y su pareja, Sebastián Felipe, acusados de ser testaferros del líder de Los Monos, presionaron a la víctima en el gimnasio La Estación de Fisherton.

Antes de ser desplazados, los fiscales Pablo Socca y Miguel Moreno señalaron que dos secuencias de extorsiones habrían sido realizadas por dos grupos de personas diferentes, pero que habían contado con la autorización de “Guille” Cantero. Asimismo, acusaron a Leguizamón de facilitar las comunicaciones mientras cumplía prisión domiciliaria en la localidad de San Nicolás.

Era la encargada de contactarlo y/o derivarlo y/o incorporar a diversos interlocutores a la comunicación con Cantero para permitir la continuidad y el desarrollo de las actividades ilícitas, obstaculizando la identificación de los interlocutores y la investigación de la Justicia”, explicaron sobre los hechos registrados entre 2021 y 2023.

En este sentido, indicaron que el primer grupo de personas que llevó a cabo la primera extorsión estuvo compuesto por Ortigala, su esposo y Lorena Córdoba, la viuda del jugador de póker y “zar” del juego clandestino en Rafaela, David Perona. Además, remarcaron que Brian Ezequiel Díaz se sumó a la misión en el segundo ataque ocurrido en junio de 2021.

Desde la cárcel de Piñero, Díaz fue acusado de coordinar incendios en los locales de El Califa, ubicados en Pichincha y Echesortu,, cuya autoría se atribuyeron a “la mafia” y al “de lentes”, en referencia al aspecto de Cantero. Además, habría estado a cargo de orquestar aprietes en un bar, donde se habrían desarrollado apuestas clandestinas.

El momento en el que

Por su parte, Leguizamón fue allanada en septiembre de 2023, mientras cumplía prisión domiciliaria en un domicilio ubicado en San Gerónimo al 400, por haber sido señalada como una integrante de la banda de la jefa del narcomenudeo Olga “Tata” Medina.

Durante el procedimiento, destruyó evidencia, se tragó un chip y amenazó a los oficiales, lo que le valió una condena de tres años de prisión. “Sí, me lo tragué, hijos de puta, ahora no van a encontrar nada porque vinieron por eso”, vitoreó.

“Yo voy a acceder al expediente, voy a averiguar sus datos y van a ver con quién se metieron”, amenazó la mujer a los uniformados que participaron del operativo. Para luego sentenciar: “La van a pagar, si a ustedes los venden por dos pesos”.

Las autoridades confirmaron que la familia de Leguizamón también estaba ligada a actividades ilícitas, ya que una de sus hermanas se vio implicada en la “boda narco” ocurrida en enero de 2022 en Ibarlucea, en donde fue asesinada una familia que había sido invitada a la celebración. Además, se comprobó que otra de sus hermanas enfrentaba cargos por drogas en la Justicia bonaerense.

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