Muchas personas están al tanto de las fases de la luna debido a su influencia directa en diversos aspectos naturales y culturales. Desde tiempos antiguos, las personas han observado al astro y han intentado comprender su influencia en la Tierra y en los seres humanos.
Aunque la ciencia moderna no apoya estas teorías, la fascinación por la luna y sus fases continúa siendo un tema de interés y curiosidad para muchos, en especial cuando coincide una etapa final con fechas importantes del calendario o fenómenos astronómicos que hacen lucir al astro.
Las fases lunares, que incluyen la Luna Nueva, Cuarto Creciente, Luna Llena y Cuarto Menguante, son vistas por algunos como momentos que pueden alterar el estado de ánimo y el comportamiento humano.
De hecho, el término “lunático”, que describe a alguien con episodios de locura, viene del latín “lunaticus”, que significa “relativo a la luna”, según la revista Vogue, un comportamiento que se vería influenciado por el satélite de la tierra.
La luna de inicios de mayo
Las fases de la luna de la semana, de acuerdo con la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés).
Las últimas noches de abril serán muy oscuras debido a que el lunes 28 el astro nocturno alcanzó su fase conocida como Luna Nueva donde no es visible desde la tierra y marca el inicio de un nuevo ciclo lunar.
Sin embargo, con el paso de las noches, la luna comenzará a ser cada vez más visible de derecha a izquierda debido a que entrará en su etapa transitoria conocida como Luna Creciente, la cuál culminará hasta alcanzar la fase de Cuarto Creciente el próximo lunes 5 de mayo.
Cuarto Creciente: ocurre cuando el satélite natural de la Tierra muestra la mitad de su cara iluminada por el Sol, mientras la otra mitad permanece en sombra. Durante esta etapa, la luna pasa de la fase de Luna nueva, en la que no es visible desde la Tierra, a Luna llena, en la que se aprecia completamente iluminada.
Esta fase se caracteriza por la forma de una “D” cuando se observa desde el hemisferio norte y como una “C” invertida desde el hemisferio sur.
El cuarto creciente se produce aproximadamente siete días después de la Luna nueva y marca la primera mitad del ciclo lunar, que dura unos 29,5 días. En esta fase, la Luna aparece visible en el cielo desde el mediodía hasta la medianoche, con un incremento gradual en su tamaño aparente.
Algunas formas de ver la Luna según la NASA
La NASA recomienda distintas maneras de observar la luna que permiten disfrutar de su belleza sin importar las condiciones climáticas o la hora del día. Una de las opciones más accesibles es simplemente mirar hacia el cielo, ya que la luna es el objeto más brillante durante la noche y el segundo más visible durante el día, lo que la hace observable desde cualquier parte del mundo, aunque esta opción puede verse interrumpida por la presencia de nubes.
Para aquellos que buscan una experiencia más detallada, el uso de telescopios o binoculares es recomendado. Estos instrumentos permiten apreciar características específicas de la superficie lunar, como cráteres y montañas, especialmente visibles en la línea que divide el día y la noche en la luna.
Otra forma de explorar la luna es a través de la fotografía. La NASA dispone de un archivo con más de 20 millones de imágenes de la luna, ofreciendo una visión detallada de su superficie. Además, los entusiastas pueden capturar sus propias imágenes desde la Tierra.
En caso de que el clima no permita una observación directa, la NASA proporciona transmisiones en vivo de la luna, accesibles desde la comodidad del hogar. Para complementar esta experiencia, se puede crear una lista de reproducción musical con temas relacionados con la luna.
Finalmente, la NASA ha desarrollado el proyecto “Moon Trek”, un mapa lunar interactivo que permite realizar excursiones virtuales por la superficie lunar, explorando diferentes áreas de este satélite natural.