Del examen médico a la terraza pintada, las pistas e inconsistencias que complican al acusado de balear a su pareja

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La mañana del viernes pasado, un llamado al 911 alertó sobre un supuesto robo violento en una vivienda de la localidad de La Tablada, en el partido de La Matanza. Juan Carlos Fideli, de 52 años, aseguró que dos hombres con el rostro cubierto habían irrumpido en su casa y disparado contra su pareja. “Por favor, entraron a robar a mi casa, hirieron a mi señora. Le pegaron dos tiros en la cabeza. Está en el baño, se acaba de caer”, dijo, con voz agitada, en una comunicación telefónica que ahora forma parte central de la causa.

Sin embargo, con el correr de las horas, la escena planteada por el denunciante comenzó a mostrar señales de que algo no cerraba. De hecho, el mismo día del hecho, Fideli fue aprehendido y acusado por el delito de homicidio agravado por el vínculo en grado de tentativa, según lo dispuso el fiscal José Luis Maroto, titular de la Unidad Funcional de Instrucción N°13 de La Matanza.

La víctima permanece internada en el Hospital Ballestrini con dos heridas de arma de fuego: una en la oreja y otra en la región del omóplato. El impacto emocional del hecho, las manchas de sangre en el dormitorio, el pasillo y el baño, y el contexto de violencia en el hogar comenzaron a ser analizados por los investigadores.

El acusado, Juan Carlos Fideli

De acuerdo a lo que trascendió inicialmente, la pareja había salido a cenar la noche anterior y miró el partido de la Selección argentina frente a Chile. Fideli publicó en su estado de WhatsApp a las 21:43: “Cenando con mi amor. Previo al partido. Te amo”, acompañado de una fotografía junto a la mujer. Luego, al parecer, habrían ido a una fiesta.

En su primera versión, Fideli relató que esa madrugada había regresado con su pareja de una fiesta, alrededor de las 6. Dijo que ambos se habían acostado a dormir y que, cerca de las 8, escuchó ruidos en el balcón del departamento ubicado en el primer piso. Según declaró, al acercarse fue sorprendido por dos hombres con capuchas y guantes negros. Uno de ellos, armado, le habría pegado un golpe en la nuca que lo dejó inconsciente.

El hecho ocurrió en la madrugada del viernes pasado

La supuesta pérdida de conocimiento fue el primer elemento que encendió las alertas. A pedido del fiscal, se realizó un examen médico al imputado que arrojó resultados contradictorios con su testimonio.

Según surge del examen médico realizado, no existe ningún indicio físico, anatómico y fisiológico para afirmar que tuvo traumatismo alguno. Por el contrario, se ve absoluta normalidad en cráneo, extremidades inferiores y superiores y tronco”, concluyó el informe, al que accedió Infobae por fuentes ligadas a la investigación.

Tampoco presentaba pupilas asincrónicas, algo esperable en caso de haber sufrido una conmoción.

En la revisión médica al sospechoso no se encontraron signos del golpe que Fideli asegura haber sufrido

Mientras se desarrollaban las tareas en la vivienda de la calle Argentina al 5400, los efectivos constataron que no había señales de ingreso forzado. Ni la puerta ni las ventanas estaban dañadas. El único punto de acceso alternativo era el balcón, que daba a una propiedad lindera. Pero esa terraza había sido pintada dos días antes y no había huellas de pisadas o marcas que evidenciaran tránsito reciente.

Además, se analizaron las cámaras de seguridad de los alrededores. Una de ellas registró a la pareja regresando a su domicilio a las 6, pero no captó movimiento alguno después de ese momento y hasta el arribo del primer patrullero, a las 8:15. Esto chocaba de lleno con el relato de Fideli, quien aseguró que los atacantes habían ingresado al departamento cerca de las 8.

La mujer recibió dos balazos

Otro elemento que llamó la atención fue el contenido del llamado al 911. Aunque el acusado sostuvo que había estado inconsciente y que al despertar encontró a su esposa herida, durante la comunicación con la operadora ya sabía que la mujer tenía “dos tiros en la cabeza”. Los investigadores se preguntaron cómo pudo dar esa precisión -que al cabo fue incorrecta- si había perdido el conocimiento.

Un día después del hecho, mientras los familiares y el abogado de Fideli limpiaban la vivienda, encontraron un revólver calibre .38 con tres vainas servidas en el tambor y dos proyectiles intactos, además de dos guantes de nitrilo: uno celeste y otro negro.

El hallazgo fue informado de inmediato a la fiscalía. Personal de la DDI La Matanza, junto a Policía Científica, se trasladó al lugar y secuestró los elementos para su análisis. El arma estaba escondida debajo de la cocina.

El arma secuestrada en el domicilio donde ocurrió el hecho

Todas estas cuestiones hicieron que el fiscal recaratulara el hecho -inicialmente abordado como un caso de robo- y la detención inmediata del acusado. También ordenó una serie de pericias complementarias, como un dermotest para detectar restos de pólvora y testimoniales al personal que intervino en las primeras diligencias.

Con Fideli detenido, la causa avanza en la recolección de pruebas. Mientras tanto, la mujer continúa recuperándose y se espera su evolución para tomarle declaración.

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