A 45 años de la primera visita de Bo Derek a la Argentina: vida e hitos de la sex symbol que revolucionó los años ochenta

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Bo Derek

Eran tiempos en los que no había teléfonos celulares con cámara de fotos ni, mucho menos, redes sociales. Sin embargo, la primera visita de Bo Derek a la Argentina no pasó inadvertida. Corría el año 1980 y la modelo se había posicionado como la sex symbol del momento gracias a su participación en el film 10, la mujer perfecta, protagonizada por Dudley Moore y Julie Andrews y dirigida por Blake Edwards.

El film, estrenado en 1979, contaba la historia de George Webber (Moore), quien estaba felizmente en pareja con Samantha (Andrews) pero entraba en crisis al ver a una joven (Derek) que iba a una la iglesia para casarse. Impresionado por la belleza de la muchacha, el hombre se obsesiona con ella a tal puto que decide seguir a los flamantes esposos hasta México, donde cocretaron su luna de miel, con la intencion de tener una aventura con la mujer que se había apoderao de sus pensamientos y que, según su propia definición, en la escala “del 1 al 10″ era un “11″.

La estadía de Bo en el país fue reflejada en la portada de un número extraordinario de la revista Gente y la actualidad, donde se podía ver la la modelo y actriz posando con un look relajado de pantalón babucha, zapatillas, sweter rojo y campera amarilla anudada a la cintura, frente al inigualable paisaje de las Cataratas de Iguazú. Y el título aclaraba que el documento gráfico había sido realizado, ni más ni menos, que por John Derek, su marido y descubridor.

Bo Derek en la portada de Gente

Nacida el 20 de noviembre de 1956 en California y bautizada como Mary Cathleen Collins, era hija de un matrimonio compuesto por un ejecutivo de una empresa de embarcaciones y una maquilladora de estrellas que luego se casó con un director de cine. De manera que Bo creció ligada al mundo artístico. Y comenzó su carrera de modelo siendo apenas una adolescete. Justamente, fue durante una audición en Hollywood que conoció a Derek, de quien se enamoró y tomó su apellido. Por entonces, ella tenía apenas 16 años y él, 46. Pero, además, él estaba casado con Linda Evans, por lo que el romance fue un verdadero escándalo.

De hecho, para evitar problemas legales, ambos decidieron vivir en Alemania hasta que Bo cumpliera la mayoría de edad. Y, durante su estadía en Europa, hicieron su primera películas juntos que fue filmada en Miconos, Grecia, se llamaba Fantasies (Helena, la isla del amor) y explotaba el costado más erótico de la joven. La película se hizo en 1974, pero recién pudo ser distribuida en 1981 por la misma razón: al momeno del rodaje su protagonista era menor por lo que ese trabajo rozaba lo delictivo.

Para 1976, cuando Bo ya tenía 20 años, John y ella se casaron en Las Vegas. Y, aunque pocos apostaban a esta relación, la realidad es que conformaron uno de los matrimonios más sólidos de la farándula estadounidense y se mantuvieron juntos hasta 1998, cuando él falleció a raíz de un paro cardíaco. Sin embargo, ya siendo una persona mayor, ella participó de un capítulo del documental In my own words (En mis propias palabras), en el que confesó que se arrepentía por la manera tan desprolija en que había comenzado su noviazgo con Derek.

Bo en la tapa de Playboy

Nunca me perdonaré. Sé que nunca volvería a cometer un error así y creo haber aprendido de mis equivocaciones. Pero siempre estaré en deuda con ella”, dijo Bo en referencia a Evans, quien a su vez había contado lo duro que había sido para ella enterarse de la traición de su esposo. Y agregó: “Fue una época muy triste para todos los involucrados. Ella es un hermoso ser humano y no puedo creer que le provoqué tanto dolor. Linda es una persona muy privada, pero entiendo que quería aclarar de una vez y para siempre cómo vivió esa historia”.

Lo cierto es que, gracias a las producciones de la Revista Playboy que él mismo realizó con su cámara y a lo que le hizo facturar gracias a las distintas películas en las que explotaba su sensualidad, John le hizo facturar a Bo más de 45 millones de dólares. Su belleza fue elogiada en todo el mundo. Sus dotes para la actuación, en cambio, fueron blanco de muchas críticas. Sin embargo, ella se convirtió en un ícono internacional y logró imponer su estilo, incluso, en un país tan lejano como la Argentina.

En 1987, sin ir más lejos, la actriz y su esposo volvieron al país buscando escenarios naturales para lo que entonces se dijo que iba a ser una comedia sobre Adán y Eva. En esa oportunidad, después de estar en Misiones, visitaron durante dos días la provincia de San Juan, donde conocieron el Valle de la Luna, para luego seguir su recorrido por la patagonia argentina hasta llegar al Glaciar Perito Moreno, en Santa Cruz. Pero luego el rodaje no se realizó en estos pagos, a los que la pareja volvió en gira promocional en el marco del Festival de cine internacional de Mar del Plata.

La actriz con el look de cabello trenzado que logró imponer en los '80

Estaba claro que, junto a John, Bo se sentía protegida. “Sé que tuve suerte de que fuera un buen hombre, porque yo estaba perdidamente enamorada de él. Podría haber sido un abusador y la historia hubiese sido completamente diferente”, explicó. Y, en relación a los prejuicios que pudieron recaer sobre ella, aclaró: “Soy rubia, y nunca sentí la necesidad de salir a explicar que soy inteligente. No soy ninguna boba. Y siempre me sentí muy satisfecha con el cerebro que me tocó. Me alcanzó para lograr lo que me propuse, pero nunca sentí que tenía que salir a cambiar la opinión de la gente. Y en este momento de mi vida me siento muy cómoda con mi inteligencia. A pesar de las extrañas decisiones que tomé en mi vida y las películas delirantes en las que participé, la gente me trata con respeto. Y eso para mí es más que suficiente”.

Cuatro años después de enviudar, en 2002, Bo comenzó una relación con el actor John Corbett, conocido a nivel internacional por su personaje de Aidan en la serie Sex and the City. Pero la pareja, que actualmente vive en un rancho de California, trató de mantener el perfil bajo hasta hace poco, cuando se supo que ambos se habían casado en secreto en la Navidad del 2020, tras casi dos décadas de convivencia, alegando que querían quedarse con algo positivo de ese período marcado por la pandemia.

Alejada de la pantalla grande, hoy, a sus 68 años, Bo trata de llevar una vida tranquila. Suele aparecer en alguna que otra producción o evento de Hollywood. Pero se dedica, fundamentalmente, a disfrutar de sus caballos y sus perros. Como empresaria, lanzó una línea de productores para el cuidado canino. Y, fuera de eso, aprovecha su popularidad para apoyar distintas causas humanitarias, en una faceta que nada tiene que ver con ese personaje que se paseaba en traje de baño por la playa luciendo sus trencitas afro.

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