El argentino Horacio Zeballos y el español Marcel Granollers se consagraron campeones en el dobles de Roland Garros al derrotar en una apasionante final a la dupla británica Joe Salisbury y Neal Skupsky.
El nacido en Mar del Plata, de 40 años, pudo romper el maleficio y, luego de tres finales perdidas, pudo coronar su primer Grand Slam y nada menos que en el tradicional torneo de París. El juego, que se extendió por 2 horas y 24 minutos, tuvo acciones de lujo como un magnífico punto de Cebolla, que torció el rumbo del partido.
Se jugaba el tercer set, el marcador estaba igualado 3-3 y el binomio Salisbury-Skupsky se encontraba 40-30. Cuando parecía que los británicos lograrían el punto para adelantarse en la final, Zeballos se esforzó para llegar a impactar la pelota por el costado de la red y de forma rasante, para hacer imposible el contragolpe rival.
Lo cierto es que la reacción de Zeballos para meter un punto que parecía perdido le dio un vuelco al partido y sirvió para que los británicos no quebraran el servicio en un momento clave de la final. “Nunca olvidaré el punto que metiste”, reconoció Skupsky en la entrega de premios, felicitando al argentino.
Zeballos y Granollers comenzaron el encuentro, que se disputó en el estadio Philippe Chartier, con un contundente 6-0 que alimentaba las ganas de gritar campeón en la tierra batida de París. Sin embargo, Salisbury y Skuspsky reaccionaron en el segundo set y lo ganaron con un ajustado 7-6.
En el último set, ambas parejas se entregaron al máximo por ganar la final, que se terminó de cerrar con detalles y jugadas magistrales, como la de Zeballos. Fue 7-5 para la pareja hispano hablante, que terminó levantando el trofeo por primera vez en el Grand Slam francés.
El camino de Granollers y Zeballos hacia esta final en París fue casi impecable, como en el duelo decisivo. Como quintos preclasificados, superaron con autoridad sus primeros encuentros en sets corridos. El primer gran desafío llegó en cuartos de final ante Ivan Dodig y Orlando Luz, a quienes vencieron por 6-2 y 7-6(4), demostrando su solidez en los momentos clave al salvar los tres puntos de quiebre en contra.
En la semi, exhibieron un carácter formidable al remontar un set en contra frente a Hugo Nys y Edouard Roger-Vasselin, para finalmente imponerse por 6-7(5), 6-3 y 6-4. Esta victoria marcó el hito de haber sido la primera vez en la que se impusieron después de tres citas consecutivas que no pudieron superar la instancia de los mejores cuatro del certamen.
La conquista del integrante de la Selección Argentina de Tenis YPF de Copa Davis en Roland Garros no es solo un triunfo personal o de pareja; es un logro que eleva el palmarés argentino en los torneos de Grand Slam, una categoría de competencia donde solo los más grandes consiguen dejar su huella.
La historia grande en la era abierta del tenis comenzó con el inmenso Guillermo Vilas, quien se alzó con cuatro títulos de Grand Slam en singles. El zurdo de Mar del Plata -misma ciudad en la que nació Horacio Zeballos- conquistó Roland Garros en 1977, el US Open también en 1977, y se consagró en ediciones consecutivas en el Abierto de Australia en 1978 y 1979. Décadas después, Gastón Gaudio protagonizó una gesta inolvidable al levantar la Copa de los Mosqueteros en Roland Garros 2004, en una final 100% argentina, ante Guillermo Coria. Finalmente, Juan Martín del Potro puso el broche de oro a esta categoría al vencer en el US Open 2009, en lo que es recordado como una de las finales más memorables del torneo.
En la rama femenina de singles, la única argentina en alcanzar la gloria máxima fue la inigualable Gabriela Sabatini. “Gaby” se consagró campeona del US Open en 1990, en una actuación magistral que marcó a toda una generación.
Donde Argentina contó con un verdadero festín de títulos es en la categoría de dobles femeninos. La pareja más exitosa, sin dudas, fue la de Paola Suárez y la española Virginia Ruano-Pascual, un binomio que se convirtió en una máquina de ganar Majors. Juntas, conquistaron ocho títulos: cuatro veces Roland Garros (2001, 2002, 2004, 2005), tres veces el US Open (2002, 2003, 2004) y una vez el Abierto de Australia (2004).
Otras grandes tenistas argentinas también dejaron su marca en esta modalidad. Gabriela Sabatini sumó un Grand Slam en dobles, al ganar Wimbledon en 1988 junto a la alemana Steffi Graf. Además, Gisela Dulko se coronó en el Abierto de Australia en 2011 haciendo pareja con la italiana Flavia Pennetta.
Hasta hoy, la categoría de dobles masculinos no contaba con campeones albicelestes. Figuras como Guillermo Vilas llegaron a instancias decisivas, pero el trofeo se había resistido. La victoria de Horacio Zeballos y Marcel Granollers rompe con esa sequía y completa el círculo de triunfos argentinos en todas las modalidades de los Grand Slams. Es un logro que no solo celebra el talento y la perseverancia de Zeballos, sino que también enorgullece a un país que respira tenis.