Seis hombres están siendo enjuiciados desde el viernes pasado en la provincia de Córdoba por un supuesto “crimen por encargo”, que habría sido gestado por un preso desde el interior de un penal. De la investigación surgió que uno de los sicarios llegó a filmar con su celular cuando Daniel Enrique Coria, de 38 años, fue prendido fuego para eliminar cualquier rastro tras ser emboscado y asesinado a balazos para demostrarle a su jefe que el trabajo se había hecho.
El juicio contra los acusados comenzó en condiciones de extrema seguridad, bajo la supervisión de la Cámara 6ª del Crimen de Córdoba. El principal sospechoso es Pablo Mario Silva, alias “el Pistola”, jefe de pabellón en la Cárcel de Cruz del Eje, señalado como el ideólogo detrás del asesinato mafioso.
Junto a él, su hermano Martín Ezequiel Silva y otros cómplices, incluyendo los hermanos Carlos Daniel Figueroa, Héctor Oscar María Figueroa, Michael Joel Figueroa, y Matías Gabriel Palacios, están acusados por su participación en este violento suceso.
Todos los involucrados enfrentan cargos de homicidio calificado por precio y premeditación, enfrentando la posibilidad de recibir una condena de prisión perpetua, precisó el diario La Voz.
Coria fue asesinado el 15 de febrero de 2023, cuando bomberos acudieron a un predio en llamas cerca de la ruta nacional 19. Allí, encontraron los restos calcinados de un torso humano entre los escombros. Una investigación liderada por la fiscal Claudia Palacios permitió identificar a la víctima gracias a pruebas de ADN.
Según las pesquisas, Coria fue engañado por Gabriel Palacios, un conocido que lo embaucó con el pretexto de un perpetrar un importante robo. Sin embargo, todo fue una trampa para llevarlo a una emboscada, donde sicarios lo ejecutaron. Los asesinos después trasladaron su cuerpo al descampado para quemarlo, supuestamente bajo la dirección de Silva desde la cárcel.
De acuerdo a la pesquisa, durante varias horas el cuerpo de Coria fue quemado en el descampado mientras los sicarios le iban agregando gomas en desuso y otros elementos para alimentar las llamas.
De acuerdo a la hipótesis de la fiscal Claudia Palacios, el video llegó a manos de Pablo Mario Silva, quien cumple condena en el penal de Cruz del Eje. La sospecha es que la emboscada y el crimen fue realizada a cambio de una fuerte suma de dinero.
A pesar de las evidencias, todos los acusados negaron cualquier implicación en el crimen durante su audiencia inicial. Silva, conocido en la cárcel como el “pluma” de su pabellón, dio detalles sobre su posición carcelaria, pero negó cualquier relación con el crimen.
El juicio, que trajo la atención pública y mediática por su naturaleza, se espera que continúe en las próximas semanas con más testimonios, entre ellos familiares de la víctima y funcionarios de la fuerza policial que trabajaron para esclarecer el caso.
Por pedido del Ministerio Público Fiscal, se realizará a puertas cerradas y bajo máximas medidas de seguridad. La decisión apunta a proteger tanto a testigos como a los integrantes del jurado, explicaron fuentes judiciales.
