La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, participó este lunes de la quema de los 469 kilos de cocaína que fueron encontrados en Santa Fe. El operativo tuvo como finalidad deshacerse de la droga que se incautó a fines de abril, tras una investigación que llevó adelante la Unidad de Información Financiera (UIF), a cargo de Paul Starc, en una embarcación que tenía como destino final la ciudad de Ámsterdam.
“Los 469 kilos de cocaína de máxima pureza incautados en el operativo fluvial más grande de la historia de San Lorenzo, reducidos a cenizas. No es un eslogan, es la realidad del Plan Bandera: controlamos una zona que parecía perdida y hoy vuelve a vivir en paz y tranquilidad. La guerra contra el narcotráfico es sin cuartel”, escribió Bullrich en sus redes sociales.
El cargamento se descubrió el pasado 30 de abril, después de un allanamiento a un buque que provenía de Emiratos Árabes y había parado en el puerto de San Lorenzo, en la provincia de Santa Fe. Fuentes oficiales dijeron a Infobae que fue la subdirección de la Agencia Regional Central de la UIF, con sede en Rosario y a cargo de Juan Francisco Lafontana, la que radicó la denuncia en la Fiscalía Federal de San Lorenzo, de Claudio Kishimoto, esta madrugada.
El hallazgo de 469 kilos de cocaína a bordo del barco carguero identificado MV “Ceci” despertó una serie de interrogantes y encendió las alarmas de las autoridades argentinas. Si bien en un comienzo eran 20 los tripulantes de nacionalidad filipina que estaban detenidos por la incautación de la sustancia, tras una audiencia en los Tribunales federales de Rosario, el foco de las acusaciones recayó en el cocinero de la embarcación. Por el momento, este último se encuentra con prisión preventiva.
La propia ministra de Seguridad Nacional reveló públicamente una línea investigativa que sugiere que la cocaína podría haber sido introducida al buque a través de una lancha que transportaba alimentos. En ese marco, los fiscales federales Claudio Kishimoto y Francisco Bernhardt, en colaboración con la Procunar, solicitaron las grabaciones de videovigilancia de la zona y llevado a cabo inspecciones en diversos galpones en busca de pruebas para poder dar con el proveedor de la droga.
A pesar de la magnitud del hallazgo, Bullrich aseguró que no hay evidencia que comprometa al puerto de Vicentin con el cargamento de drogas. Destacó también el papel del capitán del buque, quien alertó a las autoridades tras descubrir paquetes sospechosos en la cámara frigorífica del barco, cuyo valor en el mercado asciende a seis millones de dólares.
“El buque había sido inspeccionado esa misma mañana y luego de esa inspección subió el proveedor de comida al lugar donde se termina encontrando la droga. Nuestra hipótesis es que ese barco que lleva la comida de la tripulación es el que contamina”, sostuvo la ministra.
Una característica singular del cargamento era que uno de los 16 bultos contenía un sistema GPS y redes, sugiriendo que la droga estaba destinada a ser arrojada al mar para su recogida posterior. Aunque el destino final del buque era Ámsterdam, una parada intermedia en Montevideo planteó la posibilidad de un desembarco clandestino durante el trayecto.
El funcionario Paul Starc, responsable de la Unidad de Información Financiera, calificó la operación como el operativo fluvial más grande realizado en la región. Resaltó que, aunque el destino final del cargamento no era Argentina, no se descarta que la cocaína haya sido cargada en territorio argentino o incluso recogida en alta mar. “Todavía no lo tenemos claro. Había restos de agua salada dentro de los paquetes, eso es lo que se está investigando. Es una de las hipótesis”, indicó
En línea con esto, las fuentes indicaron que “los bultos con droga se encontraban guardados dentro de bolsos estancos”. Incluso, señalaron que los panes estaban ocultos dentro de bolsos naranjas impermeables, los cuales fueron recubiertos con cinta gris, con la intención de que no se filtre agua en su interior.