A más de tres décadas de su irrupción definitiva en la cultura popular, el grunge sigue presente de muchas maneras. Nacido en la costa noroeste de los Estados Unidos, este movimiento no solo definió el sonido de una época, sino que también transformó la industria musical y erigió íconos de una era marcada por la angustia existencial y la irreverencia. A continuación, cinco discos fundamentales que, 30 años después, siguen siendo faros emocionales y artísticos de aquel fenómeno.
Temple of the Dog – Temple of the Dog (1991)
Este proyecto colaborativo nacido del duelo y la amistad entre miembros de Soundgarden y Pearl Jam se presenta como algo mucho más grande que un disco homenaje. Concebido por Chris Cornell en memoria de Andrew Wood, cantante de Mother Love Bone fallecido por sobredosis en 1990, Temple of the Dog reunió por primera vez en a figuras que luego serían centrales en la escena musical de Seattle: Cornell, Jeff Ament, Stone Gossard, Mike McCready y un joven Eddie Vedder, quien aportó voces en el recordado dueto «Hunger Strike».
Smashing Pumpkins – Gish (1991)
Con un sonido que abrevaba tanto del grunge como del shoegaze y el rock psicodélico, Gish, el debut de Smashing Pumpkins, fue parte de esa ola disruptiva que redefinió el rock alternativo de los 90. Producido por Butch Vig y el propio Billy Corgan, el disco fue lanzado en mayo de 1991 a través del sello independiente Caroline Records. Con canciones como «Siva» y «Rhinoceros», Gish reveló una propuesta ambiciosa, cargada de guitarras saturadas y climas introspectivos, que anticipaba el estallido creativo que luego llegaría con Siamese Dream.
Alice in Chains – Dirt (1992)
Publicado el 29 de septiembre de 1992, Dirt es, sin lugar a dudas, el álbum más oscuro y visceral de Alice in Chains. Concebido en medio de problemas personales y adicciones, el segundo trabajo de estudio de la banda liderada por Layne Staley es una obra cruda y poderosa, que combina riffs pesados con letras angustiantes. Canciones como «Rooster», «Would?» y «Down in a Hole» definieron el carácter sombrío del género. Con un sonido más oscuro y pesado que el de Facelift -el disco anterior de la banda-, las letras de este álbum exploran temáticas complejas como la depresión, el consumo, la guerra y la muerte.
Nirvana – In Utero (1993)
Después del éxito mundial de Nevermind, Nirvana decidió hacer todo lo contrario a lo que se esperaba de ellos. Para su tercer y último disco de estudio, Kurt Cobain y compañía eligieron a Steve Albini como productor, buscando un sonido más áspero, menos pulido y más parecido a sus primeros lanzamientos. Por eso mismo, In Utero, lanzado en septiembre de 1993, fue un manifiesto de independencia artística. Temas como «Heart-Shaped Box«, «Rape Me» y «All Apologies» evidencian la tensión entre la masividad alcanzada y el deseo de autenticidad.
Hole – Live Through This (1994)
Publicado en abril de 1994, apenas cuatro días después del suicidio de Cobain (entonces esposo de Courtney Love), este segundo álbum de Hole es un retrato crudo de la feminidad, el dolor y la supervivencia. Con producción de Paul Q. Kolderie y Sean Slade, y con la participación de Patty Schemel y Eric Erlandson, el disco entregó himnos como «Violet» y «Miss World». Líricamente, en gran medida el LP refleja la vida de Love en ese momento, su transición al ámbito público, su experiencia como madre y la articulación de una tercera ola del feminismo.
Ver más noticias en Indie Hoy.