Tras el temporal que azotó a 21 municipios bonaerenses y dejó a un muerto y tres desaparecidos este fin de semana, el partido de Zárate fue declarado “zona de catástrofe” por el intendente Marcelo Matzkin debido a las consecuencias devastadoras en la ciudad.
Con precipitaciones que en solo unos días equivalieron casi al promedio anual, el agua arrasó con viviendas, bienes y estructuras, obligando a cientos de familias a abandonar sus casas.
Aunque las lluvias cesaron, el agua sigue sin bajar y la situación sigue siendo “muy angustiante”, describió el vecino y concejal del PJ, Leandro Matilla a Infobae en Vivo. En el partido vecino de Campana, en cambio, el agua ya empezó a escurrir.
Todavía hay personas evacuadas, otras alojadas en casas de amigos o familiares, en pensiones o clubes, y muchas que no pueden volver porque sus hogares siguen inhabitables”, detalló.
A eso se suma la pérdida total de pertenencias: colchones, ropa, alimentos, documentos y recuerdos. “Cuando te entra agua hasta el techo, no te queda nada”, resumió.
Según el concejal, la emergencia en Zárate no se limita a los evacuados formales, ya que hay una numerosa cantidad de vecinos permanecen desplazados o refugiados en condiciones precarias. “Recorrimos cada barrio y vimos que mucha gente está fuera de sus casas. Alguien se queda para evitar robos, pero el resto duerme donde puede”, relató.
La situación más crítica se presenta en zonas vulnerables como Villa Angus, El Gauchito y Villa Florida, barrios ubicados en terrenos bajos y con escasa infraestructura. “En muchos de estos casos no hay obra posible que impida una inundación como la que vivimos”, reconoció el concejal. “Estamos hablando de barrios construidos en zonas que deberían ser relocalizadas”, agregó.
Martilla estima que al menos un 30% de la población de Zárate vive en estas condiciones de alta vulnerabilidad. “Esta vez no se inundaron solo los barrios bajos: la magnitud fue tan grande que afectó a casi todo el distrito”, aseguró.
Consultado sobre el estado del sistema de drenaje y redes pluviales, Matilla fue contundente: “Zárate no está preparado”. Según su visión, el distrito arrastra una deuda de infraestructura estructural que quedó en evidencia con el temporal. “Se han habilitado urbanizaciones y construcciones, incluso industriales, que obstruyen los cauces naturales. Eso genera embudos que agravan la acumulación del agua y provocan estragos”, advirtió.
Si bien el Gobierno municipal recibió apoyo de las autoridades nacionales y provinciales, Matilla insistió en que se necesitan políticas de fondo: “No hay previsibilidad. Cada vez que ocurre algo así, entramos en un estado de caos. Se requiere una inversión enorme para repensar cómo debe urbanizarse Zárate, con desagües efectivos y relocalización donde sea necesario”.
Matilla hizo hincapié en que apenas se desató el temporal, fueron los propios vecinos, clubes barriales, organizaciones sociales y espacios políticos quienes sostuvieron la asistencia en el territorio. “La ayuda estatal fue importante, pero la respuesta concreta en cada barrio la dio la gente. Clubes como Belgrano, el Náutico, el Club de la Ribera y tantos otros fueron centros de acopio, refugio y distribución de donaciones”, explicó.
El Partido Justicialista local también habilitó una red de recolección y entrega directa de alimentos, colchones, ropa y elementos de limpieza. “La logística fue casi artesanal. Por WhatsApp nos llegaban mensajes como: ‘Una familia con dos nenes, uno de seis y otro de dos, están sin pañales’, y ahí salíamos a llevar lo que podíamos. A veces duraba para un día, pero al menos estábamos”, contó.
Como consecuencia del temporal, este lunes se suspendió el funcionamiento de las instituciones públicas. “Hoy no hay clases, están interrumpidas casi todas las actividades municipales y muchas privadas también. Solo el centro urbano tiene cierta normalidad; el resto sigue en emergencia”, señaló Matilla.
Aunque las condiciones climáticas mejoraron en las últimas horas, el concejal advierte que la recuperación llevará tiempo. “La lluvia paró, pero la situación no terminó. Todo está mojado, las casas destruidas, y falta mucho para que esas familias vivan dignamente de nuevo”, señaló.
En ese sentido, hizo un llamado a los gobiernos nacional y provincial para que trabajen junto al municipio y a la comunidad en una estrategia de prevención de catástrofes. “Ojalá esto no se repita pronto, pero si vuelve a pasar, no puede encontrarnos igual de desorganizados. Necesitamos saber qué hacer, cómo actuar, dónde recibir donaciones, qué embarcaciones usar para evacuar. La organización debe ser parte de la política pública”, concluyó el concejal de Zárate.